La Real Academia Española (RAE) define a la domótica como el “conjunto de sistemas que automatizan las diferentes instalaciones de una vivienda”. A la definición le falta un asterìsco con la palabra “coche” para ajustarse más a la realidad. Es que la domótica para coches ya es una realidad consolidada en el mercado del motor.
La domótica no es más que el conjunto de tecnologías aplicadas al control y la automatización inteligente de un recinto cerrado, que permite básicamente una gestión energética eficiente, que mejora la comunicación entre el sistema y el usuario, y que aporta seguridad y confort.
El origen de la domótica en vehículos
La domótica se remonta a la década del 70 cuando aparecieron los primeros dispositivos destinados a la automatización de grandes edificios, aunque la revolución de esta tecnología llegó a principios de los noventa con el boom de los ordenadores personales.
Estos dispositivos permitieron instalar en los edificios el Sistema de Cableado Estructurado, conocido en el mercado inmobiliario como SCE, el cual permitía transportar internamente datos y voz. Surgieron entonces los llamados “edificios inteligentes”.
En los primeros años del siglo XXI, esta tecnología trascendió el ámbito comercial y se expandió hacia los hogares. Las redes wifi y la evolución de los protocolos de comunicación sentados por el sistema X-10 dieron rápido paso a las “casas inteligentes”.
En paralelo, se empezó a trabajar en la domótica de coches, es decir, en tecnologías aplicadas para automatizar la conducción y para ayudar a los conductores a mejorar sus experiencias al volante. Los “coches inteligentes” ya están en los catálogos de las principales automotrices del mundo.
Los coches conectados: el primer paso
El cimiento de la domótica en coches es la conexión a internet. No solo permite al conductor y sus acompañantes disfrutar de aplicaciones de entretenimiento y sistemas de navegación con información del tráfico en tiempo real, sino también posibilita nuevos servicios, como por ejemplo la llamada de emergencia en caso de un accidente para que el vehículo sea geolocalizado.
La conectividad a internet es un elemento clave en el caso de los servicios de coches compartidos, en auge en muchas ciudades del mundo, ya que hace posible gestionar en tiempo real la reserva, el pago, localización, apertura y cierre del coche.
Sin embargo, estos avances parecen tener gusto a poco para la industria, que en los últimos años trabaja para que en un futuro no muy lejano los vehículos puedan comunicarse entre sí. Los coches podrán recibir y procesar señales externas que enviarán, por ejemplo, a carreteras y ciudades inteligentes mediante redes 5G.
Los coches no sólo podrán comunicarse entre ellos, sino también con la vivienda, con servicios que ya están arriba de la mesa gracias a empresas como HOMYHUB, que ofrece un dispositivo que convierte los garajes en garajes inteligentes. Con este dispositivo y su app asociada, los usuarios pueden abrir y cerrar la puerta del garaje utilizando el móvil o un asistente.
Tecnologías inteligentes
La conectividad de los coches ha dado paso a tecnologías inteligentes, entre las que se destacan las llamadas de emergencia, como ya hemos mencionado. La lista la completan:
- Asistentes de aparcamiento: es una de las tecnologías más comunes, y su funcionamiento mejora con cada nuevo vehículo que se produce. Es una ayuda eficaz, sonora y visual a la hora de estacionar el coche inteligente.
- Regulación de velocidad: otro elemento conocido por quienes han comprado vehículos de hace diez años a esta parte. La posibilidad de quitar el pie del acelerador en autopista y que el coche se mantenga a la misma velocidad.
- Asistente de cambio de carril: una tecnología muy ligada a la seguridad vial, que evita que el coche cambie de carril sin señalizar.
- Realidad aumentada: circular casi como si se estuviera dentro de algún videojuego, con avisos, indicaciones de recorrido y aspectos técnicos del coche inteligente mostrados directamente en el parabrisas.
- Conducción autónoma: lo que se llama comúnmente piloto automático. Un coche inteligente que puede realizar desplazamientos sin que ningún humano intervenga. Una tecnología muy avanzada que dentro de poco será cada vez más común.
Las últimas novedades de la domótica para coches
El 80 por ciento de las marcas ya han integrado la domótica en sus coches. Los nuevos modelos permiten controlar los vehículos por medio de los dispositivos móviles con conexión a Internet.
Gracias a la domótica para coches, los usuarios pueden descargarse aplicaciones para visualizar en sus pantallas la información del estado de los componentes del vehículo, los controles de apertura de puertas y ventanillas, y un amplio abanico de servicios de la propia marca.
La última gran novedad de la domótica en vehículos son los coches conectados al hogar. Los fabricantes trabajan desde hace años en conectar vehículos con domicilios particulares. El servicio que ofrece Homyhub de abrir y cerrar la puerta del garaje utilizando el móvil es tan solo un ejemplo de esta unión tecnológica entre coche y hogar.
Fabricantes del sector ya ofrecen, por ejemplo, aplicaciones para teléfonos inteligentes que regulan la temperatura de la vivienda. Si el conductor, en pleno invierno, anhela llegar y que su casa esté cálida, no es necesario que deje todo el día la calefacción encendida. Le bastará un movimiento de su dedo para regular desde el volante el termostato.
De esta forma, gracias a la domótica en coches, ya se pueden manipular muchas de las funciones que ofrece una casa inteligente. Desde el móvil y sentado en el asiento de un automóvil, un conductor puede ahora bajar las persianas de las ventanas, preparar un agradable baño y encender o apagar las luces, entre otras tantas funciones.
Quienes están innovando en pos de conectar de forma cada vez más inteligente la casa y el coche, destacan que los vehículos eléctricos son ideales porque pueden ser usados como almacenador y como suministrador de energía.
Al cabo, la domótica en coches confirma que la completa interacción del vehículo con las tareas de la vida diaria es una realidad que está, cada vez más, al alcance de nuestras manos.